Si el Universo es la respuesta, ¿cuál es la pregunta?

Para licenciarse en las carreras científicas se ve que hay que aprobar la asignatura de Sentido del Humor. Al menos eso me parece a mí según voy adentrándome cual exploradora en estos mundos de fórmulas y pacientes observaciones. 

Curioso nombre para un proyecto
contra los incendios forestales

Algunas de las denominaciones que más han arraigado en las mentes profanas como la mía, suelen ser producto de una broma, o incluso de un buscado efecto cómico. Tal es el caso de un proyecto europeo para estudiar el cambio climático y los incendios forestales, cuyas siglas son FUME.

Mi físico teórico favorito, cargándose
la capa de ozono.

Muchas veces los nombres no los ponen los impulsores de una determinada teoría u observación, sino precisamente sus detractores. En el caso del famoso Big Bang (gran explosión, en inglés), el primero en mencionar tal término fue Fred Hoyle, un físico británico que defendía la teoría contraria, llamada "del Universo estacionario". Lo hizo en un programa de la BBC refiriéndose a "las hipótesis basadas en una gran explosión" que había que descartar y a partir de ahí la teoría quedó bautizada.

"Yo ej ke me parto"
 hubiera dicho Albert

En la búsqueda de la escurridiza materia oscura, intervienen dos términos correspondientes a dos tipos de objetos cósmicos. Por un lado tenemos a los "objetos masivos de halo compacto" y por otro a las "partículas masivas de interacción débil". Incluso hay dos "bandos" de científicos en torno a estos dos tipos de materia, ya que se cree que una de las dos acabará por regir la galaxia. Estaba un día la catedrática de Física Kim Griest pronunciando una conferencia sobre estos asuntos, cuando preguntó: "¿Está la galaxia llena de WIMP o de MACHOs? ¿Quién reinará sobre la galaxia, los MACHOs o los WIMP?" La gracia de esto es que las siglas en inglés de ambos tipos de objetos, pronunciadas como palabras, equivalen a los significados "debilucho o pringado": wimp, y "machista": macho. Nada más formular la pregunta la doctora Griest intentó retractarse, pero ya era tarde:  la audiencia científica adoptó inmediatamente la nomenclatura.

También está el caso del mediático bosón de Higgs, apodado como la partícula de Dios. Este término tiene su origen en una especie de broma. El premio Nobel de Física León Lederman y el escritor científico Dick Teresi escribieron un libro en 1993 para repasar la historia de la Física y de las partículas y explicar cuál era la importancia de esta partícula en concreto. Lo titularon The Goddamn Particle, La Partícula Maldita, por lo difícil que era encontrarla y la pasta que se estaban gastando en ella. Al editor del libro le pareció que igual el título resultaba ofensivo en algunos círculos, así que quitó el "damn" a la palabra "goddamn" y así le dio la vuelta al significado, The God Particle,  La Partícula de Dios. Más concretamente, el título llevaba un añadido: "If the Universe Is the Answer, What Is the Question?, Si el Universo es la respuesta, ¿cuál es la pregunta? 

Esto me recordó inmediatamente al maravilloso libro Guía del Autoestopista Galáctico, de Douglas Adams: Se construye un superordenador, Deep Thought, Pensamiento Profundo, para averiguar cuál es el sentido de la vida, del universo y de todo lo demás. Al cabo de siete millones y medio de años pensando, Deep Thought tiene la solución: "42". Nadie entiende la respuesta, pero el ordenador aclara que eso es porque la pregunta está mal planteada. En cuando se sepa cuál es la pregunta, se entenderá por qué 42. 

Y ya para terminar, el famoso Juan Luis Arsuaga, participando en una interesante y relajada charla en la Fundación Juan March, dijo que las grandes preguntas de la Humanidad, "¿quiénes somos?", "¿de dónde venimos?" y "¿adónde vamos?" se transforman cuando las pronuncia un vasco. Las tres grandes preguntas en Euskadi son:"¿quiénes somos?", "¿de dónde venimos?" y "¿adónde vamos a cenar?"