sábado

Qué ilusión

編み包み(japonés para "amigurumi")
Nota informativa para los doctores que me atiendan cuando pierda la cabeza del todo: soy una compradora compulsiva de cuadernos. Los tengo de todo tipo y todos los compro con el noble propósito de usar cada uno para un objetivo concreto, pero la verdad es que en todos ellos escribo de todo y todo mezclado: el orden en el que hay que hacer las operaciones matemáticas cuando te encuentras con todas ellas al mismo tiempo, una explicación para torpes de las leyes de Newton, una lista de libros que quiero leer, los patrones para tejer un amigurumi de ganchillo, los cuidados necesarios para resucitar una planta de interior que se ha empeñado en dejarse morir y cómo no, frases que me gustan.

Una de estas frases, del Bad Astronomer Phil Plait es la siguiente:
"(...) a menudo nuestras percepciones entran en conflicto con la realidad. Normalmente la realidad sabe lo que se hace y somos nosotros los que nos equivocamos."
Me gustó la frase, entre otras razones, porque a medida que me hago señora-mayor me voy dando cuenta de que cada vez debo fiarme menos de mi percepción de la realidad, especialmente desde que no puedo apañarme sin mis nuevas gafas de ver de cerca. 

Algunos conductores creyeron
que era un radar camuflado
Pero Phil Plait no escribió esto pensando en las aviejunadas, sino a propósito de un curioso efecto que todos hemos observado cuando miramos la Luna: a veces nos parece un enorme disco en el cielo, sobre todo en verano y en otras ocasiones la vemos más pequeña.
 ¿Cambia la Luna de tamaño en el cielo nocturno?
Algunas de las explicaciones más difundidas sobre el aparente cambio de talla lunar son o que la Luna está físicamente más cerca del observador cuando aparece justo encima del horizonte o que cuando la Luna está sobre el horizonte nos parece más grande por comparación con otros objetos que entran en nuestro campo de visión, como los árboles o los edificios. 
Segun Phil Plait, las explicaciones más repetidas no son solo erróneas, sino que están escandalosamente equivocadas.
Para que la primera explicación, la de la mayor cercanía, fuera acertada, la Luna tendría que estar a la mitad de distancia para parecer el doble de grande. La órbita de la Luna es ligeramente elíptica y la diferencia entre el punto más lejano y el más cercano es de apenas 40.000 kilómetros. Teniendo en cuenta que la Luna está a una distancia media de 400.000 kilómetros, el efecto sería de un 10 por ciento, lejos del factor 2 que provocaría la percepción del tamaño doble. 

En cuanto a la explicación del efecto óptico, el problema es que hablamos de una percepción psicológica y no de un cambio real que se pueda medir en en el diámetro de la Luna. Dicen que el efecto también se percibe cuando se está en alta mar, así que lo de la comparación con los objetos del horizonte no funcionaría. Al parecer, si cuando estás observando la agigantada Luna llena en el horizonte te doblas por la cintura y bajas la cabeza hasta que la veas por entre tus piernas (se recomienda esperar a estar en soledad para hacerlo), el efecto se desvanece. Es curioso, porque incluso haciéndolo así los objetos que sirven de referencia siguen estando, aunque sea al revés. Así que, si el efecto óptico desaparece, es porque no debe tener nada que ver con la comparación. 

La conclusión es que nadie sabe exactamente por qué se produce este efecto. Ni siquiera el Bad Astronomer. Se sabe con seguridad que es una ilusión óptica que tiene que ver con la forma que tiene nuestro cerebro de interpretar las imágenes, pero los psicólogos no saben exactamente cómo se produce esta ilusión. 
¿No has visto este corto de
Pixar? ¿Y a qué esperas?


Para terminar, Phil Plait nos hace una pregunta: si estuvieras mirando la Luna llena y sujetaras entre tus dedos una moneda de 2 céntimos de euro, ¿cuánto tendrías que estirar el brazo para que la moneda se viera igual de grande que la Luna? La respuesta es sorprendente: ¡habría que estirar el brazo como 2 metros! 




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