miércoles

Mirando el bright side de la vida

"¡Es un momento genial para estar vivo!"
"Al final me saqué una carrera, pero echo
de menos repartir periódicos."
Más o menos esto le oí exclamar hace poco a Phil Plait, el astrónomo que tiene un aire al prota de la mítica serie ochentera Get a Life, que aquí titularon "Búscate la vida". Este científico está convencido de que en menos de 25 años estaremos siendo testigos de cosas asombrosas. 

Pues sí, en contra del ambiente pesimista general, hemos tenido buena puntería para estar vivos: Justo en el período astronómico en el que nuestro Sol está "tranquilo" y estable y aún no se nos quiere comer, en el que la materia oscura todavía no tiene el turno de sustituir a la materia bariónica (la que conocemos, vaya), en el que la galaxia que nos alberga aún no ha chocado con Andrómeda... Claro que tener puntería para acertar a una diana de miles de millones de años tal vez no tiene mucho mérito. 

Pero si hablamos de la breve historia de la Humanidad (21 segundos en un año) hemos afinado más, porque en Astronomía hay muchas personas que, como Phil Plait, están convencidas de que en breve viviremos grandes descubrimientos y obtendremos importantes respuestas. En cuestión de poquísimos años hemos pasado de no conocer ningún planeta que no perteneciera a nuestro Sistema Solar a tener una lista de más de 700 y subiendo. 
Los planetas extrasolares, o exoplanetas, son un descubrimiento increíblemente reciente. A principios de los 90, en el siglo pasado, se detectó algún exoplaneta orbitando alrededor de un púlsar, (que es una especie de estrella muerta, los restos de una supernova en forma de materia extremadamente densa). ¿Habría algún planeta orbitando estrellas como nuestro Sol? 
Pues sí: en el año 1995 se descubrió el primero, alrededor de una estrella parecida a la nuestra. ¡Hace solo 18 años!
Los dos cuerpos giran alrededor
de un punto llamado baricentro

Para descubrir un exoplaneta se fijan en cómo se mueve una estrella determinada. Hay estrellas que además del movimiento de rotación sobre sus ejes presentan otro movimiento, como si les dieran un "tirón"(perdóneme la diosa de la divulgación por esto). La órbita de la Luna, por ejemplo, influye en el movimiento de la Tierra, porque no gira alrededor del centro de la Tierra, sino que ambas giran en torno a un punto central, que es el centro de las masas de ambos cuerpos. O baricentro (me encanta poner palabras "de mayores"). Así que la gravedad es uno de los métodos para detectar planetas girando alrededor de una estrella. 


Ejemplo de tránsito: Venus pasando por delante del Sol.
Otro método es el del tránsito u oscurecimiento. Cuando el candidato a planeta pasa por delante de su estrella (quiero decir, mirando desde nuestra dirección), se produce una pequeña variación en la cantidad de luz emitida. Esta es la parte en la que a mí se me abre la boca de admiración. Cómo debe ser de complicado medir esa pequeña diferencia en la luz de una estrella que está lejísimos. Y me parece aún más difícil porque para asegurarte de que estás observando un cuerpo que orbita, lo tienes que ver más de una vez, o sea, tienes que observar la misma variación en el mismo punto al menos dos veces para deducir que hay algo orbitando. Eso quiere decir que si el "año" de ese candidato a planeta equivaliera al nuestro, se necesitan 3 o 4 años para poder decir que crees que has observado un exoplaneta. Y así llevan ya más de 700 catalogados. 
Al principio solo veían planetazos enormes, llamados planetas jovianos porque tienen características parecidas a las de Júpiter, a saber: monstruosamente grandes y gaseosos. Es lógico, más gordos, más fáciles de detectar (mi alegre uso de la palabra "fácil"). Pero a medida que las técnicas y los instrumentos han ido mejorando, y en tan poco tiempo han mejorado muchísimo, van viendo planetas más parecidos en tamaño y características a los planetas rocosos, como el nuestro. 

Jodie Foster y la cuenta de la vieja
Lo que yo veo que emociona a las personas de ciencia es la posibilidad de que pronto se descubran más planetas que también hayan tenido la puntería de estar a la distancia justa de su estrella y en el momento justo de su evolución. Se imaginan planetas con agua y atmósfera, ponen ojos soñadores y la cara de Jodie Foster en Contact y te explican aquello de: "Verás: hay 400.000 millones de estrellas solo en nuestra galaxia. Si solo una de cada millón tuviera planetas y de esas en una de cada millón hubiera vida, y si solo en una por millón de esas hubiera vida inteligente, habría literalmente millones de civilizaciones." Y luego se contestan: "Si no fuera así, cuánto espacio desaprovechado."
Yo creo que se dan mucha prisa en unir "vida inteligente" con "civilización" y me apresuro a contestar lo mismo que el aguafiestas de la peli, que aunque así fuera nos daría igual, porque no nos enteraríamos nunca. Pero lo hago solo por la rabia que me da no ser tan lista, porque a mí la posibilidad me emociona igual que a ellos.  

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