Esto de la Astrofísica es un no parar. ¡Ahora resulta que el Sol no arde!. Mi más sólida referencia científica acerca de la naturaleza ardiente de nuestra estrella la tenía yo en la Bossa Nostra, obra de Les Luthiers.
Aquí está el impresionante documento:
Oh sol queimante e ardente
Oh sol cozinheiro da gente,
Oh sol tan firme e bruñido,
Oh sol de fogo encendido
Que queima hasta o apelido,
Oh sol, oh sol sustenido,
Oh sol... oh sol bemol.
Y no, el Sol no es "de fogo encendido": el Sol es de plasma, el cuarto estado de la materia. O sea, no es ni sólido, ni líquido, ni gaseoso. Este estado fluido, que no ardiente, es el resultado de unas temperaturas demenciales unidas a la acción de un campo magnético que lo flipas.
El Sol es como una tele de plasma, pero con canales mucho más interesantes. |
Dicen que el plasma es el estado en el que se encuentra la mayor parte de la materia en el Universo. Nuestra estrella más cercana (150 millones de kilómetros) es una más de las cien mil millones de estrellas que hay en la Vía Láctea. Es normalita, ni muy joven, ni muy vieja y no es muy grande, aunque tampoco es enana. Tiene ahora unos 5.000 millones de años y se calcula que le queda otro tanto de vida. Yo aprendí algunas cosas sobre el Sol gracias a la doctora Inés Rodríguez Hidalgo, una astrofísica que es especialista en divulgación, y vaya que lo es, que cuando explica ella las cosas yo me quedo con la sensación de haberlas entendido.
Explicaba la doctora Hidalgo que el núcleo del Sol es como un gran horno donde se producen reacciones termonucleares. El hidrógeno, que es el elemento químico más ligero y más abundante del Universo, forma núcleos de helio en dichas reacciones (ay, si me hubieran explicado la química así...). La energía producida, en forma de ondas electromagnéticas, es transportada desde el núcleo hacia el exterior, en un viaje de miles de años.
Mancha solar comparada con el tamaño de la Tierra. (Imagen de maravillasdelcosmos.wordpress.com) |
El Sol es más de lo que parece, porque no se termina en la superficie, tiene varias capas que lo rodean, como la cromosfera, y lo saben porque se puede observar cuando hay eclipses. Gracias a ellos también se ha estudiado la corona, que emite rayos ultravioleta y X, y que es mucho más útil que otras coronas que hay por ahí, ejem... Un misterio que aún no se ha resuelto es por qué las capas más alejadas de la superficie están más calientes. En concreto, la corona puede estar a 2 millones de grados, y sin necesidad de escándalos de corrupción ni nada.
Ahora entiendo por qué el capullo de Ícaro se quemó las pelotas. ¿O fueron las alas?.
ResponderEliminarHeliosfera, suena a discoteca de pueblo ;)
Interesante artículo.
Fdo. Combatiendo 10 millones de bombas de hidrógeno con protector solar factor 5.
Ahora que lo dices, yo desde siempre me he sentido como en una discoteca de pueblo: me empecino en la inadaptación. Como el Ícaro, lo que me he reído con tu frase!!
EliminarGracias por tus interesantes aportaciones. Cuídate y ponte una rebequita encima del factor 5. :D
Hay que cambiar el odioso refrán por este otro: "La letra (y la ciencia), con sentido del humor entra".
ResponderEliminarA propósito del tema, aquí dejo unos versos que me enseñó tiempo atrás mi pequeño gran amigo Fernando:
"Sol, solito, caliéntame un poquito.
Para hoy, para mañana, para toda la semana".
Cada vez más amenos y curiosos los temas. A seguir.
Gracias Nabuco, un honor que me leas. Ah, y agradece a Fernando la invocación al Sol. :)
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